domingo, 25 de marzo de 2012

Un buen susto!


Y pensar que haciendo la terapia bromeaba
con las personas cercanas a mi en la sala
de ejercicios: ¨Uhmmmm, huele a parrilla¨
y oh sorpresa!, se estaba incendiando
la casa vecina.


En un abrir y cerrar de ojos el espacio
de terapia se inundó de humo.
Salimos todos en orden y en segundos
aparecieron esos nobles servidores públicos
a prestar el auxilio y la dedicación
que sólo ellos saben dar.


Después de sofocar el fuego, los que estuvimos
presentes el evento desde afuera, sacamos
cuenta y a nadie le ocurrió nada desafortunado
sino el susto y la perdida de algunos bienes
materiales a los dueños de la casa vecina.



Reconocimiento y aplausos a estos
seres que con su dedicación desinteresada
aportan su granito de arena para que
otros seres vivos estén mejor.

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